Venue: Bodega Hika
Foto & Vídeo: Ochoeme
Flores: Julia Tellechea
MUAH: Garbi Garai
Vestido: Getary
Traje: Sastrería Aldabaldetreku
Dj: 2gether Events
Wedding Planner: Sunday Atelier
La boda de Amaia y Kini en Bodega Hika fue una celebración llena de emoción, amor y, sobre todo, adaptación. Desde el inicio del día, la lluvia no dio tregua, pero lejos de ser un obstáculo, se convirtió en parte de la esencia del evento, añadiendo un aire romántico y acogedor a cada momento.
Ante el clima, trasladamos la ceremonia a una elegante carpa, donde logramos crear un ambiente cálido e íntimo. Las flores en tonos otoñales—naranjas, burdeos y dorados—llenaban el espacio de vida y contrastaban con el gris del cielo, aportando un toque especial a la decoración. El oficiante, un amigo cercano de los novios, hizo que la ceremonia fuera aún más emotiva, con palabras llenas de cariño y complicidad. Mientras Amaia y Kini intercambiaban sus votos, el sonido de la lluvia golpeando suavemente la lona se convirtió en la banda sonora perfecta del momento.
Dado que la lluvia no cesó en ningún momento, adaptamos el cóctel para que se celebrara dentro de la misma carpa de la ceremonia y en el interior de la bodega. Allí, los invitados disfrutaron de una selección de aperitivos, vinos de la casa y un ambiente distendido y cálido, protegido del mal tiempo pero sin perder la esencia de la celebración.
Para el banquete, los llevamos a la gran carpa principal del restaurante, que habíamos transformado en un espacio mágico: un techo cubierto de luces cálidas iluminaba la estancia con un brillo acogedor, mientras que las minutas personalizadas por Amaia y Kini daban un toque único a cada mesa. Las servilletas en tono teja añadían un contraste elegante y otoñal a la decoración, cerrando el conjunto con un equilibrio perfecto.
A lo largo de la noche, los discursos llenos de emoción, los brindis y la alegría compartida convirtieron la velada en un recuerdo imborrable. Aunque la lluvia nos acompañó de principio a fin, con una buena planificación y la energía de todos los presentes, logramos que la boda de Amaia y Kini fuera exactamente como la soñaron: inolvidable, cálida y llena de amor.